Se puede hacer mejor
El hermano nos ha acostumbrado a cosas mejores en este nivel de la gama. La impresora no tiene pantalla de control, todo tiene que ser configurado por una aplicación dedicada que debes instalar en tu smartphone. El diálogo con la impresora se realiza entonces por Wifi Direct.
Aparte de eso, está instalado en red en Linux Mint con los controladores dedicados de Brother y funciona perfectamente.
Ocupa menos espacio que una plantilla DCP-135. Pero por el mismo precio, el DCP-135 podía manejarse directamente y tenía una unidad USB integrada.